El Arte Del Té

13:05

*Post dedicado a Rufo, quien debe estar bebiendo té en algún lugar exótico
No creo que desde el punto de vista de la cultura y la felicidad humanas. Haya habido en la historia de la humanidad invento más significativo, más vitalmente importante y de mayor contribución a nuestro goce de la holganza, la amistad, la sociabilidad y la conversación, que tomar el té (quizá solo equiparable a fumar y tomar vinos). Tan grande es su influencia sobre la cultura  que, por lo menos, en China y en Inglaterra, beber té ha llegado a ser una institución social.


different kinds of tea. beauty of tea leaves #bywstudent:
Uno de los pasajes literarios que mejor intenta describir el efecto espiritual que deviene de tomar una taza de té lo encontramos en cierta escena de “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust

Por cierto, para averiguar  qué asociaciones despierta una magdalena mojada en té, lo mejor es prepararlas de acuerdo a la receta original francesa:
Receta De Las Magdalenas
Ingredientes:
·         Cuatro huevos
·         130 gr. de azúcar
·         100 gr. De mantequilla
·         130 gr. De harina leudante
·         Ralladura de limón
·         Esencia de vainilla

Preparación:
Batir dos yemas, dos huevos enteros y 130 gramos de azúcar a baño Maria hasta que aumente al doble de su volumen. Retirar del fuego y seguir batiendo para que la preparación se enfrie. Agregar 100 gramos de mantequilla derretida fría, alternando con 130 gramos de harina leudante. Perfumar con ralladura de limón y vainilla. Fácil ¿no?
La masa se vierte en moldes engrasados y enharinados que se llenan hasta la mitad. Si no tienen los moldes especiales, pueden usar moldes de tartaletas o pirotines

Se cocinan 20 minutos a fuego moderado. Se desmoldan y se cubren con azúcar impalpable o mermelada.


......
Aunque pese al anterior pasaje repleto de una sensación de elegiaca soledad, me parece que el goce adecuado del té sólo se puede desarrollar en una atmósfera de holganza, amistad y sociabilidad. El goce del té, como el goce de la luna, la nieve y las flores debe ocurrir en la debida compañía, porque considero que ésta es la condición en que más frecuentemente insisten los artistas de la vida: que ciertas clases de flores deben ser gozadas con ciertos tipos de personas, ciertas clases de escenarios deben estar asociados con ciertas clases de mujeres, que en suma, el talante es lo que importa, que hay un talante apropiado para todo, y que una mala compañía puede echar a perder por completo  el estado de ánimo. Por ende, el comienzo de todo artista de la vida es que él, o cualquiera que desea aprender a gozar la vida, como condición absolutamente necesaria debe encontrar amigos del mismo tipo de temperamento, y preocuparse tanto por ganar y mantener su amistad, como un buen jugador de ajedrez hace viajes de miles de kilómetros para encontrarse con otro jugador de ajedrez.
El ambiente, pues, es lo que vale… Una vez que uno está tranquilo de ánimo y rodeado por adecuada compañía, está uno en aptitud de gozar el té. Porque el té se ha inventado para las compañías tranquilas, como se inventó el vino para las fiestas ruidosas. Hay en el carácter del té algo que nos conduce a un mundo de quieta contemplación de la vida.

Momentos Adecuados Para Tomar Té
v  Cuando se tiene el corazón y las manos ociosas
v  Cansado después de leer poesía
v  Cuando están perturbadas las ideas
v  Si se escuchan canciones y arias
v  Cuando se termina una canción
v  Encerrado en el hogar durante una fiesta
v  Jugando ajedrez
v  Mirando pinturas
v  Dedicado a una conversación muy tarde en la noche
v  Ante una clara ventana y un escritorio limpio
v  Con amigos encantadores y la persona amada
v  De regreso a una visita a los amigos
v  Cuando el día es claro y dulce la brisa
v  En un día de leves chaparrones
v  En un bote, cerca de un puente de madera
v  En un bosque de altos arboles
v  Contemplando la luz de luciérnagas en una noche de verano
v  Cerca de manantiales famosos y rocas extrañas


La esencia del goce del té reside en la apreciación de su olor, fragancia y sabor, y los principios de la preparación son refinamiento, sequedad y limpieza. Es necesario, pues, un elemento de quietud para la apreciación de estas cualidades, una apreciación que proviene de un hombre que puede “mirar a un mundo acalorado con una cabeza fría”. Desde hace siglos, los conocedores han considerado generalmente que una taza de té pálido puede pasar fácilmente inadvertido para quien está ocupado con pensamientos atareados, o cuando la compañía es ruidosa. Debe ser pequeña también la compañía. Porque: ”al beber té es importante que los huéspedes sean pocos. Muchos huéspedes harían ruido, y el ruido le resta culto encanto. Beber té a solas se llama beber retirado; beber de a dos es estar cómodos; tomarlo con tres o cuatro se llama encantador; tomarlo con cinco o seis se llama vulgar; y beberlo con siete u ocho se llama (despreciativamente) filantrópico”.
Ya dijo el autor de Ch’asu: “Servir el té una y otra vez de una gran tetera, y beberlo de un sorbo, o calentarlo otra vez al cabo de un rato, o pedir que tenga un gusto extremadamente fuerte, sería asemejarse a hombres toscos que beben té para llenarse el vientre después de un trabajo rudo: sería imposible hablar entonces de la distinción y la apreciación de sabores”      
El arte y la técnica del goce del té, pues consiste en 8 reglas de oro:
Primero: como el té es fácilmente susceptible a la contaminación de otros sabores, se le debe preparar con mayor limpieza y se le debe tener lejos de vinos, inciensos y otras sustancias olorosas, y de las personas que manejan esas sustancias.
Segundo: Se le debe mantener en un lugar fresco, seco y se debe someter a una suave tostadura sobre un fuego lento, descubierto y con cierta ventilación para impedir que las hojas se pongan amarillas o descoloridas.
Tercero: La mitad del arte de hacer té reside en la obtención de buena agua con un “filo agudo” ; La más conveniente es el agua de manantiales de montaña, si se utiliza agua embotellada las más recomendables son  Evian, Perrier, Volvic, Aquafina, Néstle Water y Levissima .
Cuarto: Para apreciar tazas extraordinarias, debe tener uno amigos tranquilos y no muchos a la vez.
Quinto: El buen color del té en general es amarillo pálido, dorado, y todo té oscuro debe ser tomado con leche o limón o menta o azúcar.
Sexto: El mejor té tiene siempre un “sabor de retorno” que se siente aproximadamente medio minuto después de beberlo y una vez que sus elementos químicos han tenido tiempo para actuar sobre las glándulas salivales.
Séptimo: el té debe ser hecho y bebido inmediatamente, y si se quiere tomar buen té no se le debe dejar mucho tiempo en la tetera, porque entonces se pasa la infusión
Octavo: Se le debe hacer con agua que llegue apenas al hervor.




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